Muchas personas piensan que para que sus cocinas sean realmente acogedoras necesitan disponer de grandes espacios o de costosos materiales y muebles. Sin embargo, esto no tiene que ser estrictamente así, y aquí te lo demostramos con claros ejemplos y simples pero valiosos consejos.
Decoración de cocinas
Antes de decidir la decoración que implementarás en tu cocina, estudiá las necesidades de equipamiento y almacenaje respecto al espacio con el que contás y en función de ello, Valorá la eficacia de los posibles diseños. La idea es combinar estética y funcionalidad.
Ciertamente, en el mercado hay de todo y a precios muy variables. Pero no debés ser extremista, ya que mucha sofisticación puede terminar acabando con lo esencial. También es verdad que lo barato al final resulta saliendo más caro.
La clave para mantener el equilibrio está en la creatividad que apliques al momento de escoger algún tipo de decoración de cocinas. Jugando con los colores, el espacio y el diseño, lograrás una cocina extraordinaria, aún contando con poco presupuesto.
Funcionalidad
Es importante considerar que, tanto la bacha como la cocina y la heladera estén cerca, pero no pegados. Lo ideal es colocar el área de lavado delante de una ventana para aprovechar la fuente natural de luz y tener una buena visual. La instalación para cocinar y el extractor, por su parte, ocuparán siempre la parte central.
En las cocinas de forma alargada, colocar la heladera en uno de los extremos permite que, al abrir sus puertas, estas no resten espacio en la zona de mayor actividad. El microondas debe estar sobre la superficie de trabajo y suspendido en un soporte, si deseas ganar espacio, o en la mesada.
Los lavavajillas, por razones prácticas, deben colocarse lo más cerca posible de la bacha. El horno para empotrar lucirá bien en la parte superior, a nivel de los ojos, aunque hay quienes lo prefieren abajo. Recordá siempre tener una superficie de trabajo cercana tanto al horno como a la cocina para colocar las fuentes calientes.
En cocinas pequeñas podés apostar a la verticalidad para ahorrar la mayor cantidad de espacio posible. En este caso, los cajones y estanterías no son suficientes. Utilizá ganchos en las puertas y los laterales de los muebles de cocina como espacio de almacenaje. Las puertas corredizas, tanto en los muebles como en la entrada, son el aliado perfecto en los espacios reducidos.
Estética
Los colores juegan un papel importante en el diseño de cocinas. El blanco, por ejemplo, aporta luminosidad y amplitud, por lo que es el más recomendable para las cocinas pequeñas. Si buscas proyectar una sensación de orden y simetría, los colores claros o las tonalidades de grises funcionan muy bien.
Combinando el blanco y el negro logras cocinas modernas y elegantes. El azul y el verde, por su parte, dan la sensación de serenidad, y los colores vivos como el rojo y el amarillo transmiten dinamismo. Los colores tierra como el beige, el naranja y el marrón, le sientan muy bien a las cocinas rústicas.
Los materiales usados en el diseño de cocinas también denotan estilo y personalidad. Si usás cristal y acrílico en tu cocina podrás darle un toque de elegancia y sobriedad. Para evocar frescura, comodidad y sencillez podés recurrir a elementos relacionados con la naturaleza como la piedra y la madera, incluso plantas, con las cuales crearás un mágico ambiente orgánico dentro de tu hogar.
Estilos más demandados para cocinas
Cocinas rusticas
La madera es la principal protagonista en el estilo rústico. Si colocás muebles de madera en tu cocina lo más seguro es que logres un ambiente cálido y acogedor. Por la humedad y el tránsito frecuente que puede generarse en el área de la cocina, la madera no es material más adecuado para pisos o paredes.
No obstante, es posible conseguir porcelanatos o cerámica para cocina que se asemejan mucho. Igualmente hay revestimientos porcelánicos con diseños que imitan ladrillo o piedra, que son muy resistentes y crean ambientes acogedores. Estos también pueden usarse en la superficie para bachas o piletas.
Si disponés de una cocina comedor, darás un toque campestre con una mesa y sillas de madera, mimbre o incluso de hierro. En los espacios pequeños funciona mejor un mesón con taburetes de madera o hierro, que además son mucho más resistentes.
Aunque este estilo está asociado a las tonalidades tierra, perfectamente podés valerte de la fuerza del cromatismo y aplicar otros colores más fuertes tanto en las paredes y pisos, como en las mesadas, tal y como lo muestran muchas fotos de cocinas en páginas especializadas.
Igual podés dar un toque contemporáneo y fusionar los estilos usando griferías modernas y de línea estilizada tanto en mesadas como en pared. Las mesadas de granito también pueden funcionar como un complemento de lo rústico.
Cocinas vintage
¿Sos de las personas que disfruta evocando épocas pasadas? Optá por el estilo vintage en tu cocina y viaja constantemente en el tiempo. En este estilo, los colores son de vital importancia. Para los años 50 y 60, el verde jaspe así como el blanco y el celeste o el turquesa fueron la sensación, pero en los 70, 80 y 90 el color y los estampados se impusieron, así que tenés mucha variedad para decidirte.
Si tus muebles de cocina no tienen puertas, o estas están deterioradas y querés deshacerte de ellas, aprovecha la libertad que te da el estilo vintage y poné cortinas estampadas debajo de la mesada y en los armarios. En los pisos, el estilo vintage demanda la colocación de revestimientos tipo tablero de ajedrez o con diseños elaborados.
Otra de las ventajas del vintage, es que podés aprovechar el mercado de segunda mano para adquirir muebles originalmente antiguos, que estén en perfecto estado, claro está. Sino, podés comprar modelos nuevos con diseños retro, aunque por lo general estos suelen ser costosos.
En el caso de contar con una cocina comedor living, podrás disponer de alfombras, tapices o textiles estampados, a cuadros o a rayas. Esto lo puedes complementar con elementos decorativos de estilo rústico, clásico y boho.
Cocinas minimalistas
Elegantes y prácticas, pero a la vez cómodas, ordenadas y dinámicas, así son las cocinas minimalistas. Este estilo parte de la idea de que “menos es más”, lo que en otras palabras se traduce en simplicidad. Por ello, la sugerencia es que desnudes tu espacio y dispongas solo de lo más esencial.
Para que se pueda cumplir el precepto minimalista, en las cocinas basadas en ese estilo debe reinar una gran armonía entre los colores. Por lo general, el color predominante es el blanco, pero esto no te impide jugar con otras tonalidades, sin caer en excesos, para dar contraste y equilibrio.
Para el mobiliario escogé diseños modernos con líneas rectas, tipo módulos, que además podés combinar a dos colores. Los accesorios tendrán que ser lo más sencillo posibles. El exceso de ornamentación y las piezas extremadamente lujosas no combinan con este estilo.
Otro detalle importante, si te decidís por este estilo, es que los electrodomésticos y utensilios de cocina no deben estar a la vista, sino que deben ocultarse de forma ordenada en armarios y cajones, de manera que vas a necesitar un mobiliario de almacenamiento con gran capacidad.