Pasión Heredada – Jardines con Vida y Obra: Familia Vucovich
19 enero, 2021
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En búsqueda de más jardines e historias, llegamos a la casa de la familia Vucovich, quienes redescubrieron el placer de habitar cada rincón de su patio. Nos recibió Lucía, la hija mayor de la familia, que está a punto de recibirse en la carrera de Arquitectura. También se sumó a la visita su hermano Ignacio, y la complicidad entre ellos empezó a suceder.
Si bien el jardín ocupó un lugar importante desde las primeras etapas del diseño, Ignacio nos cuenta que durante la pandemia el espacio se vivenció de una manera totalmente diferente. Desayunos, almuerzos y largas sobremesas empezaron a formar parte de la cotidianeidad de la familia, ayudando a que el patio cobre otro sentido.
Sin profundizar en los detalles técnicos de la arquitectura, Lucía se refirió a dos características de su padre, el mentor del proyecto, que le dan identidad al exterior: cocinar y ocuparse del jardín.
El quincho es el corazón del jardín y está emplazado bajo árboles añejos, el lugar ideal para que Ángel, el padre, despliegue todas sus habilidades culinarias. El espacio es casi una cocina al aire libre, donde podemos encontrar hornos, parrilla, fogón, una amplia mesada, la barra, y una gran mesa con vista a la pileta.
Es imposible no imaginar las largas horas de disfrute que suceden en este espacio, construido con materiales nobles y de fácil mantenimiento.
Además de la cocina, Ángel y su mujer Marcela intervienen el parque generando nuevos cambios y mutaciones año a año, para que el espacio tenga siempre una nueva sorpresa. Lucía define este espacio como muy dinámico, ya que sus padres están siempre visitando viveros o planificando la instalación de nuevos mobiliarios que ayuden a mantener el encanto del exterior.
La pileta ocupa un gran sector del patio, sin quitar espacio para caminar y admirar las maravillas de cada cantero. Lo que podemos ver en el jardín es que no hay rincones olvidados, cada espacio tiene su significado y su uso, pensado para distintas situaciones y momentos. Se trata en definitiva de un sitio equilibrado con múltiples posibilidades.
Este proyecto estuvo a cargo de Ángel, quien junto a su colega Marcelo, del estudio Palmero Vucovich, dieron vida al hogar. Ángel y Marcelo fueron compañeros en la Facultad y supieron cultivar una amistad que los llevó a transformarse en más que socios, son casi hermanos. Al final de cuentas, es la familiaridad la que atravesó todo el proyecto y le dio vida a esta obra.
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